El juego, pese a su aspecto sencillo y rudimentario incluye una dinámica especial, que ha sido posible gracias al cerebro detrás de este título, Joris Dormans, doctorado por la universidad de Amsterdam.
Básicamente, los niveles están diseñados en círculos, siendo posible buscar atajos, o añadir caminos nuevos que llevan al mismo sitio, lo que sin lugar a dudas añade un plus de complejidad al típico juego que trata de no ser lineal pero que en esencia lo es dado que se basa en la bifurcación de caminos.
Un concepto arriesgado e interesante del que sin duda saldrán cosas muy interesantes en el futuro.